Respira Sandokan
Seguimos de cerca el viaje de nuestros tripulantes, alquimistas que nos van mostrando de qué se trata un proceso de transformación a medida que lo van transitando. Recordemos cómo el pasado mes de octubre acababan de embarcar movidos por la llama de la llamada, un despertar que tomaba la forma de la necesidad de cambio en sus vidas, sus circunstancias y/o sus organizaciones. Para ello, ponían caras a las personas que iban a acompañarles en tamaña empresa y trazaban una meta, un destino anhelado que se proponían alcanzar al final de este viaje. Pues bien, una vez hechos los preparativos para el viaje, ¿queréis saber hacia dónde han ido avanzando?, ¿cuál ha sido el siguiente paso en este trepidante viaje?
Cuando deseamos emprender una travesía marina y aún estamos en el puerto, habitualmente nos apresuramos en poner la atención en el ancla que sujeta nuestro barco. Ese ancla parece ser lo que pesa, lo que nos retiene y, por tanto, lo primero que debemos eliminar para iniciar el cambio cuanto antes. Porque, ahora que tenemos claro que queremos cambiar, no hay tiempo que perder. Debemos soltar esas amarras que nos mantienen atados/as al puerto y comenzar el apasionante proceso de transformación. Navegar, surcar los mares, sentir el viento azotando nuestros cabellos mientras avanzamos hacia el horizonte de un nuevo yo. Somos fuertes, somos valientes, vamos camino a la transformación, marcaremos la diferencia y dejaremos huella. Vamos a superar cualquier tormenta, avanzamos contra viento y marea. ¡Sabemos adónde queremos ir y nada ni nadie podrá detenernos!
No leves el ancla aún
Y ahora que ya te habías imaginado como Sandokán, para, toma aire y no leves el ancla aún.
Sabemos que la llama del cambio conlleva un impulso difícil de sujetar pero, al mismo tiempo, una de las razones más habituales que hace que los procesos de transformación fracasen o se traduzcan en cambios muy superficiales, es precisamente el inicio precipitado de la acción. La acción impulsiva, sin reflexión, conduce frecuentemente a la frustración a pesar de que estemos poniendo en marcha la máxima motivación. Con ese impulso inicial y tirando con mucho ímpetu, quizá pueda comenzar mi camino pero correré un alto riesgo de no llegar muy lejos al darme de nuevo de bruces contra los viejos patrones. Lo cierto es que si llevo siempre el mismo mapa, llegaré continuamente a los mismos rincones.
La reflexión de la que hablamos no tiene tanto que ver con un análisis concienzudo de los mares (o mercados) o de los destinos (u objetivos); en definitiva un análisis del mundo externo, algo a lo que estamos bastante acostumbrados/as. Ésta se trata de una reflexión dirigida hacia el interior: ¿qué tipo de barco eres? Quizá te contaron que eras un velero y en realidad eres un buque. ¿Cómo te perciben los demás? ¿Qué información extraes de tu manera de navegar hasta ahora? ¿Son las metas que te marcas acordes al tipo de embarcación que eres? ¿Te llevan a donde tú quieres ir o es otra persona la que marca el destino? ¿Cuál es la motivación real que te lleva a querer llegar allí? Hay mucho que descubrir antes de surcar el ancho mar, hay mucho de lo que darse cuenta.
Transformación organizacional
Llevando nuestra metáfora a la realidad empresarial, ¿cuántas empresas se han preguntado primero quiénes son, cuál es su identidad, antes de definir hacia dónde querían dirigirse? ¿Cuántas de ellas se han cuestionado si esa trasformación de la que todo el mundo habla o ese modelo de liderazgo tan aclamado encaja realmente en su identidad y, por ende, en su culturaCultural Hay más de 200 definiciones de cultura, lo cual ilustra su riqueza. A continuación se alista un serie de definiciones representativas. “Orden propio de carácter simbólico que es producido por él ser humano y que en un proceso de retroalimentación confirma los modos de ser y de pensar (nota y de sentir) de las personas. El orden de cultura entendido como un conjunto de significados y sentidos creados por los miembros de un grupo social, esta indiscerniblemente integrado en todos los ámbitos y esferas de la vida humana y anclado en las prácticas diarias.” Luis Alvarez "La cultura, entonces, consiste en estándares para decidir qué es, para decidir qué puede ser, estándares para decidir cómo se siente al respecto, para decidir qué hacer al respecto y estándares para decidir cómo hacerlo." Ward H. Goodenough “La cultura es un conjunto de soluciones aprendidas que proporcionan éxito, comodidad e identidad. / Pegamento psicológico que mantiene unida a una organización. identidad de diferenciación. / Memoria colectiva y transmisión del pasado al presente." E. Schein “¡Es cómo se hacen las cosas por aquí!” Gallup "Conjunto de los rasgos distintivos, espirituales y materiales, intelectuales y afectivos que caracterizan una sociedad o un grupo social. Ella engloba, además de las artes y las letras, los modos de vida, los derechos fundamentales al ser humano, los sistemas de valores, las tradiciones y las creencias.” UNESCO? ¿Cuántas se han parado a discernir si aquello que desean es realmente lo que necesitan? ¿Cuántas han tenido el coraje de mirarse al espejo para ver la verdad más allá de la historia que se cuentan? ¿O para determinar cuán divergente es esa historia de la realidad?
Algunas comenzaron siendo un porta-aviones y la historia que se cuentan sigue siendo esa, cuando con el paso de los años se han ido convirtiendo en un yate. O bien comenzaron siendo una góndola mientras que ahora son más bien una fragata. No hay un barco mejor que otro en sí mismo. Lo que verdaderamente supone una ventaja competitiva es darse cuenta de quién es uno para navegar con el viento a favor y plantear una ruta coherente, pues el buque que pretenda surcar ríos, va a ver frustradas sus intenciones más pronto que tarde. La toma de conciencia, el darse cuenta de quién es uno/a es una estación a la que la vida nos va a llevar una y otra vez hasta que lo miremos de frente. Merece la pena tomarse un poco más de tiempo en el puerto realizando esa revisión para poder disfrutar de un viaje más profundo y enriquecedor.
Itziar Gómez Aparicio
Miembro del equipo Docente del Máster en Transformación Organizacional, Satori Institute
Editado con la participación de Paloma Ruiz Lasa