Ampliando el horizonte
El barco ha atravesado el banco de niebla y la travesía continúa con unas condiciones meteorológicas mucho más favorables para nuestros alquimistas. Sin embargo, lejos de dejar atrás este episodio, llega el tiempo para el análisis, porque durante la aparición del banco de niebla sucedieron cosas importantes, muchas de las cuales tenían que ver con las conversaciones que cada tripulante estaba manteniendo consigo mismo/a, porque el silencio que reinaba sobre la embarcación, estaba cargado de palabras no dichas que repiqueteaban en sus cabezas:
- Nunca lo conseguiremos. No somos marineros profesionales, sólo un grupo de desconocidos que ha sobreestimado sus capacidades –se repetía uno.
- Es demasiado peligroso. No sé si estamos preparados, realmente no conozco las habilidades del resto –se lamentaban otro.
- Lo vamos a superar, debemos confiar y mantenernos muy unidos. Esta experiencia nos hará más fuertes –confiaban algunos otros.
Las creencias
Creencias asentadas sobre sus historias personales: experiencias pasadas, aprendizajes, «mandatos» familiares, culturales… Como en el caso de Carlos, que se había perdido de pequeño en la montaña en un día de espesa niebla y el episodio le llevaba de vuelta a aquella traumática experiencia infantil. O Marta, a quien le habían repetido en casa que abandonar es un fracaso y que aquello que se empieza siempre ha de terminarse. O Lucía cuyo padre había vivido la traición de un socio que salió corriendo con el dinero cuando el negocio atravesaba dificultades y, a raíz de aquello, siempre se escuchó en casa que uno no podía fiarse de los demás porque en las situaciones más complicadas te iban a dejar tirado. Para cada tripulante su creencia está enraizada en su verdad; lo que ha vivido y aprendido traza las líneas del mapa que guía su camino.
Por regla general no llegamos siquiera a imaginar cuán diferentes son los mapas que nos guían, y simplificamos nuestras posturas con el «yo tengo razón y tú no» en vez de indagar para llegar a conocer y comprender el mapa que guía al otro y, así, intuir las creencias que sostienen y mantienen sus comportamientos y opiniones. Seguramente la otra persona tiene un buen motivo para pensar como piensa o hacer como hace.
Ampliar el horizonte
Ahora bien, asumir esta última afirmación implica abrirnos a la posibilidad de cuestionar nuestras propias creencias pues, si otras visiones son válidas, mi punto de vista deja de ser el único. Podríamos decir que al abrirnos a comprender la perspectiva de la otra persona ampliamos también nuestro horizonte, comenzando a ver la realidad desde un prisma nuevo. Además, este cambio de enfoque también nos posibilita el paso de víctima a protagonista, ya que aquello que nos pasa está fuertemente influido por nuestras creencias. Esto implica que ya no espero a que mis circunstancias cambien para hacerlo yo, sino que da la vuelta a la ecuación colocando el poder y la responsabilidad en nuestras manos.
El lenguaje
Tomar consciencia de lo que nos contamos e indagar de dónde vienen esas palabras es la única manera de comenzar a cuestionar y cambiar las que nos estén limitando. Estas conversaciones tienen lugar gracias a una de las condiciones humanas más distinguidas: el lenguaje.
“El desarrollo del lenguaje es parte del desarrollo de la personalidad, ya que las palabras son el medio natural para expresar los pensamientos y establecer el entendimiento con la gente.”
María Montessori
Si bien existen diversas maneras de comunicarnos, el lenguaje verbal, sea oral o escrito, cobra una relevancia especial ya que en gran medida conformamos nuestro mundo a través de las conversaciones que mantenemos con uno/a mismo/a y con otras personas. Las palabras encierran significados asociados a emociones, de la misma forma en que somos capaces de procesar e integrar las emociones cuando podemos ponerlas en palabras.
Tomar conciencia de las palabras que utilizamos tanto en nuestro discurso interno como externo, de las conversaciones, tanto públicas como privadas, que mantenemos, es de gran ayuda para identificar nuestras creencias y también tender puentes de entendimiento con el otro. Pero, ¿cuántas veces nos tomamos el tiempo para parar y reflexionar acerca de la calidad de nuestras conversaciones?
Las creencias en el mundo organizacional
Y lo mismo ocurre en las organizaciones. Las creencias también se encuentran en su base y se trasmiten sutil o explícitamente a través de su culturaCultural Hay más de 200 definiciones de cultura, lo cual ilustra su riqueza. A continuación se alista un serie de definiciones representativas. “Orden propio de carácter simbólico que es producido por él ser humano y que en un proceso de retroalimentación confirma los modos de ser y de pensar (nota y de sentir) de las personas. El orden de cultura entendido como un conjunto de significados y sentidos creados por los miembros de un grupo social, esta indiscerniblemente integrado en todos los ámbitos y esferas de la vida humana y anclado en las prácticas diarias.” Luis Alvarez "La cultura, entonces, consiste en estándares para decidir qué es, para decidir qué puede ser, estándares para decidir cómo se siente al respecto, para decidir qué hacer al respecto y estándares para decidir cómo hacerlo." Ward H. Goodenough “La cultura es un conjunto de soluciones aprendidas que proporcionan éxito, comodidad e identidad. / Pegamento psicológico que mantiene unida a una organización. identidad de diferenciación. / Memoria colectiva y transmisión del pasado al presente." E. Schein “¡Es cómo se hacen las cosas por aquí!” Gallup "Conjunto de los rasgos distintivos, espirituales y materiales, intelectuales y afectivos que caracterizan una sociedad o un grupo social. Ella engloba, además de las artes y las letras, los modos de vida, los derechos fundamentales al ser humano, los sistemas de valores, las tradiciones y las creencias.” UNESCO, dictando lo que está bien o mal, lo que funciona o no, o incluso determinando su propio potencial: aquello que puede llegar a conseguir. Lo que la organización cree sobre sí misma y sobre su entorno es la mejor manera de predecir lo que acabará consiguiendo. Dicho de otra manera, la amplitud de su horizonte determinará los mares que acabará conquistando. En muchas ocasiones las dificultades aparecen cuando la organización se centra en avanzar y conquistar océanos, sin tomar conciencia de la calidad de sus conversaciones.
Y así, dándose cuenta de sus propios mapas y creencias, los alquimistas van ampliando el horizonte que se sitúa frente a sus ojos. Cada vez más lejos de casa pero más cerca de sí mismos/as.
Itziar Gómez Aparicio
Miembro del equipo Docente del Máster en Transformación Organizacional, Satori Institute
Editado con la participación de Paloma Ruiz Lasa
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