Constelación de estrellas
Esta mañana un sol brillante anticipaba un gran día para la tripulación alquimista. Atrás quedó el estrés provocado por la corriente y, tras las conclusiones de la última reunión, decidieron tomarse el viaje con más calma y retomar algunas buenas costumbres que habían olvidado. Es por ello que durante la tarde ha tenido lugar un animado campeonato de juego de cartas seguido de una suculenta cena de marisco recién pescado. Ahora, mientras el sol va buscando su merecido descanso en el horizonte, el grupo disfruta un cielo pintado de naranja y ocre y se prepara para poner la guinda de la jornada con una observación astronómica.
- ¡Qué maravilla! ¿Cómo se nos había podido olvidar lo genial que es ver atardecer todos juntos? –exclamó Sonia con chispas en los ojos–. Hacía tiempo que no disfrutaba tanto…
- ¡Y que lo digas! Ahora me parecen un mal sueño esos sudores y nervios que tenía. Es fácil conectar con la belleza y la tranquilidad viendo una puesta de sol, no te exige más que estar ahí–reflexionó Lidia mirando al horizonte.
- Ha sido un día estupendo equipo. Me alegra ver que, además de trabajar, también sabemos descansar y pasárnoslo bien juntos–añadió Carlos.
- ¡Y aún queda lo mejor! ¿Veis que ya se van viendo algunas estrellas? –dijo Nicolás señalando al cielo–. Id reclinando vuestros asientos que os voy a guiar la mejor observación astronómica de vuestras vidas, ¡hoy estoy inspirado!
- ¡Oh, no! ¡Otra chapa galáctica de Nicolás! Estamos a tiempo de lanzarnos por la borda compañeros, ¡no hay tiempo que perder! –bromeó Leo.
Todos rieron al unísono, incluido Nicolás que recibía el cariño implícito en la broma de Leo.
- ¿Entonces no queréis que os cuente más cuentos de los míos, no? Pues no os preocupéis que me voy ya mismo a la cama…–dijo Nicolás haciendo el amago de levantarse y tratando de esconder una sonrisa pícara.
- ¡Que sí! Venga Nico, que ya se ha hecho de noche, cuéntanos algunos de esos datos que tu prodigiosa cabecita acumula–pidió Elena tocándole el hombre para que se sentara de nuevo.
- Bueno, vamos allá. ¿Veis aquel punto brillante? Esa es la estrella polar y si seguís mi dedo veréis toda la constelación de la osa menor–Nicolás acompañaba sus palabras con el movimiento de su dedo–. Ahora, si miráis un poco más allá, veréis la osa mayor que incluye todas estas estrellas.
- Es increíble… –dijo Marina–. ¿Creéis que esas estrellas sabrán que forman parte de una constelación? ¿O de una galaxia?
- .. vaya preguntita. Hasta ahí no llego Marina, pero lo que sí puedo decirte es que el universo tiene una organización al igual que lo tiene nuestra sociedad o nuestro cuerpo.
- Háblanos un poco de eso Nico–pidió Carlos.
- Me estoy refiriendo al concepto de sistema. Un sistema es un objeto complejo formado por diferentes partes o componentes que se relacionan con al menos uno de los demás componentes. Otro punto interesante de los sistemas es que están sujetos a unas leyes determinadas por el nivel al que pertenecen. Si tomamos nuestro cuerpo como ejemplo, tenemos que la mínima expresión sería la célula que se junta con otras para formar un tejido, que a su vez conforma un órgano junto con otros y que estos órganos acaban estructurados en sistemas como puede ser el óseo, muscular, digestivo o nervioso. Finalmente, la unión y armonía en todos estos sistemas es lo que venimos a llamar cuerpo y gracias a su óptimo funcionamiento puedo estar contándoos esto ahora mismo.
- Me acabas de catapultar a las clases de biología del colegio Nico–dijo Sonia–. Entonces los sistemas están presentes en cada nivel de la realidad, ¿verdad? Desde las microscópicas células hasta los sistemas del universo como el sistema solar al que pertenecemos.
- Así es, con toda la riqueza de los sistemas que existen en el espacio intermedio: grupos como el nuestro, tu clase de biología de la infancia, una empresa, un barrio, un país, una familia… Si pudiéramos ver el entramado de sistemas en el que estamos inmersos alucinaríamos con la de conexiones que existen–enunció Nico con visible entusiasmo.
- Qué interesante, por una parte, me reconforta mucho saber que no estoy sola y que tantos hilos me conectan con esos sistemas de los que hablas. Por otra, me imagino el entramado y me siento un poco atrapada, ¿no os pasa? Como si ya no decidiera yo, sino que la contribución a esos sistemas estuviera por encima de mí–compartió Elena arrugando la boca.
- Así es Elena, yo tengo una sensación parecida. Pero como se nos está haciendo tarde, si queréis mañana repetimos plan y seguimos profundizando sobre las leyes, dinámicas y función de los sistemas, ¿os parece? –propuso Nico.
- Sí, por favor –rogó Leo–. ¡Esto se ha puesto muy metafísico para estas horas de la noche! Vamos y descansar y mañana, ¡más!
Sistemas en las organizaciones
Por supuesto, las organizaciones empresariales son otro de tantos sistemas que conforman nuestra sociedad y que, como el cuerpo, a su vez están formadas por una serie de subsistemas. Así como la célula es la unidad mínima de un tejido, o el tejido del órgano, el individuo lo es de dichos sistemas organizacionales. A veces nos vemos envueltos en conversaciones estériles y faltas de acuerdos cuando unas personas hablan desde la perspectiva individual y otras se sitúan en perspectiva sistémica. Nuestra forma de mirar va a determinar lo que veamos y, cuando el otro ve algo diferente, quizá no esté equivocado y tan sólo utilice una lente distinta a la mía.
Otra conclusión que se deriva de la conciencia sistémica es la de interrelación: cuando hay un movimiento en uno de los miembros del sistema, esto afecta en mayor o menor medida al resto. También es necesario tomar conciencia de algunos aspectos que pueden, a veces, pasar desapercibidos, por ejemplo, que cada parte del sistema ocupa un lugar en el mismo; o que cuando un miembro falta (como en el caso del cuerpo humano), el resto se organiza para cumplir su función y restablecer el equilibrio.
Llevado esto a lo concreto nos hace formularnos algunas preguntas: dentro del sistema de mi organización, ¿de qué subsistemas formo parte?, ¿qué lugar ocupo en cada uno de ellos? ¿qué área de impacto e influencia tengo desde mi posición? ¿Cómo me influyen los sistemas? Y, ¿ocupo lugares similares también en otros sistemas?
Seguiremos hablando sobre ello de la mano de Nico, que promete tenernos preparada otra noche de sistemas.
¡Hasta el próximo capítulo!
Itziar Gómez Aparicio
Miembro del equipo Docente del Máster en Liderazgo Transformacional, Satori Institute
Editado con la participación de Paloma Ruiz Lasa
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