Bea Catalá
Directora de Satori3
Co-creadora de Evolution Spirals
Bea Catalá
Directora de Satori3
Co-creadora de F3E
Todos los meses podemos encontrar múltiples artículos que hablan sobre la importancia del feedback. Casi todos enfocados a dar feedback y algunos a saber recibir feedback. Desde luego amabas direcciones son fundamentales.
En Forbes podemos encontrar algunos interesantes:
– “Giving Feedback? 15 Ways to Keep It Constructive«
– “The Art Of Giving And Receiving Feedback»
Se nos llena la boca hablando de las bondades e importancia del feedback, las Organizaciones nos piden que formemos a sus directivos en esta disciplina y muchas otras interpretan que sus directivos de tan alto expertise ya saben bien hacerlo. La realidad es que pocos saben dar un feedback de calidad y recibirlo……eso es tema para otro artículo.
Si me permiten la osadía confundimos lo que es “dar feedback” y “dar por el feedback”. El primero aunque pueda ser doloroso es útil, en el segundo caso además de no aportar información útil agrede la identidad del individuo.
Tengo la sensación que hemos olvidado que dar o recibir feedback es mantener una charla, conversación de ser humano a ser humano, independiente del contexto en el que lo hagamos, familiar, profesional o social.
Damos por hecho que el ser humano sabe comunicarse, la realidad es que en nuestras casas el feedback no es de gran calidad, como en toda generalización cometeré injusticias, en los colegios es algo parecido ¿cómo vamos a pretender hacerlo bien en el trabajo?
Frases del tipo:
Son similares a frases del tipo:
Contextos diferentes, frases similares y si ampliamos al contexto familiar con nuestros hijos, tendríamos una muestra parecida. O en algunos casos, lo que puede ser peor, la ausencia de feedback, lo “innombrable” como “Voldemort”, Tabúes, etc.
La principal resistencia es de tipo emocional, bien porque no reconocemos las emociones que nos genera el receptor del feedback y tratamos de llevarlo todo al muno de la lógica y desde ahí las resistencias y la lógica del otro nos llevan a un callejón sin salida. O bien porque tenemos miedo a descontrolarnos emocionalmente. Es por ello que el autoconocimiento es básico en esta habilidad básica del ser humano: aprender a hablar sobre lo que nos pasa.
Cuando trabajamos la habilidad del feedback, las resistencias más comunes suelen ser:
Entre otros muchos, estos son situaciones que suelen acontecer como motivo de feedback:
– Las Prioridades y cargas de trabajo
Las reuniones:
La convivencia:
Y un sin fin de cuestiones que seguro resultarán familiares. A la hora de dar feedback debemos tener en cuenta los siguientes aspectos, independientemente del contexto en el que lo demos:
1. Objetivo del feedback
2. Contenido y desarrollo del mensaje
3. Estilo Personal
La teoría es fácil y todos la sabemos, la práctica es otra cosa, especialmente cuando el tema nos toca y nos llega a lo más profundo de nuestra Identidad. La formación que recibamos en este sentido, nunca es poca, especialmente si tenemos equipo a nuestro cargo.